El alcalde de Garganta la Olla, Casimiro Herrero, exigió ayer a la Junta de Extremadura, en declaraciones efectuadas a este diario, "que tome las medidas correctoras necesarias" para evitar que la plaga de orugas que afecta al término municipal de su pueblo continue devorando las hojas de cuantos robles y cerezos hallan estos animales a su paso.

En este sentido, el edil advirtió de que "en caso contrario nos veremos obligados a pedir a la Junta que se responsabilice de los daños causados por las orugas".

Herrero indicó además que los productores de cerezas de su pueblo "han presentado ya varios escritos de denuncia en el ayuntamiento", al sentirse impotentes para combatir el ataque que los lepidópteros están propinando a los árboles frutales. "Si no curan, las orugas se comen las hojas y las cerezas no maduran con la debida coloración, y si utilizan productos fitosanitarios para combatirlas, el fruto se pasa, debido al periodo de seguridad".

DAÑOS El alcalde garganteño no supo precisar el número de hectáreas afectadas, ni el importe de los daños causados, "aunque sí podemos asegurar que al final van a ser cuantiosos", sin olvidar los medioambientales, dijo. Y añadió que el ayuntamiento que preside ha informado a la Junta de lo que ocurre.

La plaga, que también afecta al robledal en algunas zonas de los términos municipales de Aldeanueva de la Vera y Cuacos de Yuste, comenzó hace un mes (ver EL PERIODICO del pasado día 6 de mayo), en Gargüera y Barrado, donde devoró las hojas de más de 2.000 hectáreas, en su mayoría de robles.