El alcalde de Garrovillas de Alconétar, Pedro Martín, anunció ayer a este diario que el municipio abrirá las puertas de su nuevo instituto de enseñanza secundaria en el próximo curso 2005/06 y a la vez mostró su satisfacción por que la puesta en marcha del centro permitirá que un centenar de jóvenes del municipio no tengan que desplazarse hasta Cáceres para realizar los estudios de Secundaria, como ha ocurrido hasta ahora. "Los chicos tenían que ir a Cáceres cada día y eso siempre ha sido una preocupación para los padres", explicó el alcalde.

Además, otros de los beneficiarios serán también 100 jóvenes de Navas del Madroño que cada día se trasladaban hasta Alcántara para estudiar y a partir de ahora podrán cursar sus estudios más cerca, en Garrovillas. El edificio se ha construido junto a la piscina municipal sobre un terreno de 4.500 metros de superficie que se destinó en años anteriores a un antiguo embarcadero y báscula de pesaje.

INVERSION El ayuntamiento cedió dicho solar a la consejería de Educación de la Junta que se encargó de la construcción del mismo con una inversión de 1.800.000 euros. Las instalaciones constan de ocho unidades y cuentan con aulas modernas y dotadas con medios informáticos que permitirán poner un ordenador a disposición de cada dos alumnos. Además, el edificio se complementa con una vivienda para el conserje, una cafetería, una pista polideportiva y un amplio gimnasio.

Este primer instituto de la localidad, que ya tiene formado su equipo directivo, tiene capacidad para 300 plazas, aunque en el primer año el instituto no se ocupará al completo.

El alcalde de Garrovillas de Alconétar afirmó que es muy importante que el municipio pueda garantizar y ofrecer la educación obligatoria hasta los 16 años a los chicos y chicas del municipio y destacó que esto conlleva que los jóvenes sigan estando más cerca de su pueblo. "Es importante ofrecer las prestaciones educativas suficientes para poder seguir manteniendo la población y evitar que los jóvenes, ni sus padres tengan que irse fuera", subrayó Martín.