Cuatro siglos es casi una eternidad para la mayoría, sin embargo, los vecinos de Garrovillas de Alconetar, un pequeño pueblo cacereño con unos 2.300 habitantes, han logrado en solo unas horas dar un salto gigante de 400 años atrás hasta llegar a la segunda mitad del siglo XVII. Con su voluntad, dedicación, altruismo y cariño hacia el que es para muchos su querido pueblo natal, y de la mano de la concejalía de Festejos del ayuntamiento, se han convertido en los artífices de una iniciativa que ha invadido de historia sus calles y plazas más emblemáticas donde han recreado los modos de la vida cotidiana de la segunda mitad del siglo XVII de esta villa, cuando aún pertenecía al señorío de los condes de Alba de Aliste. Pregoneros, mesoneras, vicarios, clérigos, cómicos, religiosas, costureras, lavanderas, aguadoras y mendigos son algunos de los personajes que invadieron este municipio y transportaron al público visitante al pasado, todo ello en un envidiable y peculiar marco histórico.

"Ha supuesto un despliegue de medios y coordinación sin precedentes dado que los actores eran vecinos, la mayoría de ellos sin experiencia, pero que sin embargo han hecho una puesta en escena propia de expertos", aseguraba el alcalde, Cándido Javier Gil, al día siguiente de llevarse a cabo con éxito esta escenificación el pasado 9 de junio. Todo ello además sobre una idea del cronista oficial, José María Velaz, persona encargada de elaborar los diálogos tras un minucioso trabajo de documentación.

"Potenciar al máximo todo lo cultural del municipio" era uno de los objetivos de esta experiencia que, según apuntó el alcalde, a través de esta evocación ha sido una magnifica forma de hacerlo. Aunque la ambición del ayuntamiento va más allá y, al mismo tiempo, ha conseguido promover la convivencia entre los vecinos que residen en el pueblo y aquellos que por varios motivos se vieron obligados a emigrar para intentar alcanzar unas mejores condiciones de vida. A todo ello, se suma el deseo unánime de potenciar la imagen del pueblo y de su conjunto histórico-artístico. De hecho, la plaza Mayor fue el escenario principal que se escogió como exponente del patrimonio de Garrovillas y por el que desde hace tiempo tanto vecinos como ayuntamiento trabajan inmersos en el empeño de alcanzar la declaración de dicha plaza como Bien de Interés Cultural (BIC).

La implicación de los vecinos no pasó desapercibida. De hecho, "la respuesta ha sido impresionante", aseguraba el alcalde que cifró en más de setenta las personas de todas las edades y procedencia que se pusieron a la órdenes de quienes han redactado los textos y dirigido los ensayos hasta poner en escena una autentica representación de lo que debió ser la vida en Garrovillas a finales del siglo XVII.

El éxito de esta primera edición ha reforzado la idea del consistorio de que esta escenificación debe tener una continuidad, por lo que ya se piensa en una segunda actuación. "Esta ocasion ha servido como un macroensayo del que se han tomado notas que permitan corregir y mejorar sucesivas ediciones y la pretensión es que quede como un referente de lo que fueron las costumbres de esta villa con una celebración anual en una fecha del año todavía por determinar", explicó el alcalde, que expresó su agradecimiento a todos los que han hecho posible que lo que empezó siendo una idea en la mente de unos pocos, se haya hecho realidad a pesar de las dificultades que se han encontrado. Además, con esta celebración, puntualizó el alcalde, se pretenden sentar las bases de una manifestación cultural que acerque el pasado y la historia a las futuras generaciones.