La Administración de Loterías número 2, regentada por Fernando Terrón, que se encuentra en la calle Rafael Chaparro, número 14 del municipio cacereño de Arroyo de la Luz, repartió ayer un importante premio que asciende a 231.099 euros tras sellarse en esta administración el único boleto acertante de la segunda categoría correspondiente al Gordo de la Primitiva.

La combinación ganadora del sorteo celebrado ayer por la mañana está formada por los números 17, 27, 44, 45 y 51 y el número clave el 9. En este caso no ha habido acertante de primera categoría, por lo que el ganador del próximo domingo podría conseguir 7.300.000 euros con el bote generado. De tercera categoría hay 28 boletos acertantes que cobrarán 1.500 euros. Los 188 acertantes de cuarta categoría se llevarán 260 euros, entre otros premiados. La recaudación de este sorteo ascendió a 5.316.573 euros.

Ayer aún eran muchas las personas del municipio arroyano de 6.400 habitantes que desconocían el premio, entre ellos, el alcalde, Santos Jorna, que tuvo conocimiento la noticia por este diario. "Es una alegría que estos premios lleguen a Arroyo y nuestro único deseo es que toque a personas que más lo necesitan", manifestó Jorna, que aseguró desconocer a la afortunada.

CON FORTUNA No es la primera vez que la suerte llega a los arroyanos, ya que en el año 2006 la Lotería Primitiva dejó otro premio importante valorado en 957.000 euros. En aquella ocasión, en toda España, sólo tres personas hicieron la cruz en esos seis números de la combinación ganadora. Y entre los afortunados una era vecino de Arroyo de la Luz, que selló el boleto premiado con 957.260,88 euros, cantidad suficiente como para cambiarle la vida. El boleto lo selló en la administración número dos, regentada Fernando Terrón, que abrió en febrero del año 2001. Una administración que puede presumir de tener uno de los mejores currículos de la comunidad autónoma.

De hecho, el 11 de octubre del año 2003 regaló otros 3,3 millones de euros (más de 550 millones de las antiguas pesetas) a otro arroyano, único acertante del sorteo de la Lotería Primitiva de ese día. Los tres euros que gastó en ese boleto fueron la mejor inversión de su vida. Ese vecino, que era muy conocido en el municipio y, a pesar de que tomó nuevas iniciativas en su vida profesional, optó por no cambiar de residencia. De hecho, siguió viviendo en el pueblo, en la misma casa. Ahora, la suerte ha vuelto a tocar a Arroyo.