La localidad cacereña de Guadalupe quiere convertirse en destino turístico internacional y recobrar el protagonismo que, en otras épocas, tuvo el municipio cuando, junto a Roma y Jerusalén, era uno de los principales centros de peregrinación cristiana. Para ello, necesita medios técnicos y económicos que ayuden a gestionar su patrimonio arquitectónico, natural y gastronómico para devenir en un reclamo turístico a la altura de Santiago de Compostela.

Así se puso de manifiesto en un curso que tuvo lugar este verano en la puebla titulado ‘Gestión turística del patrimonio mundial’, dirigido por los profesores expertos en urbanismo Antonio Campesino y José Carlos Salcedo, y cuyas conclusiones han sido recogidas en un libro que se ha presentado este lunes en Cáceres.

Campesino ha defendido el enorme potencial que tiene este municipio enclavado en la comarca de Villuercas-Ibores-Jara y que cuenta con dos reconocimientos Unesco como su monasterio, declarado Patrimonio de la Humanidad, y el entorno del Geoparque Mundial Unesco.

El alcalde de Guadalupe, Felipe Sánchez, dijo que «no le va a temblar el pulso» a la hora de poner en marcha iniciativas que concluyan con la elaboración de un plan especial de protección.