La Guardia Civil ha denunciado a dos cazadores de Cáceres, sorprendidos enla línea de “retranca” de una montería, una práctica prohibida y asociada a la caza furtiva.

La actuación de la Guardia Civil tuvo lugar en el paraje conocido como “Ribera del río Lácara”, en el término municipal del Rincón de Ballesteros, como consecuencia de los servicios que se vienen desarrollando en la provincia de Cáceres para luchar contra los episodios de furtivismo y verificar la seguridad y el desarrollo de las prácticas cinegéticas sobre especies de caza mayor.

Los agentes habían tenido conocimiento de que en esa zona de la sierra de San Pedro, se podían estar registrando episodios de “furtivismo”. A raíz de todo ello, la Guardia Civil había realizado distintas indagaciones que le permitían disponer de indicios de que en varias fincas de caza mayor ubicadas en el término municipal de Cáceres pudieran estar produciéndose algún episodio de furtivismo, aprovechando los “furtivos” la celebración de batidas y monterías en la zona, para situarse en línea de retranca, según informa esta mañana la comandancia de Cáceres.

Fruto de estos dispositivos, se estableció un control de vigilancia tras la última línea de tiro, de una acción cinegética (montería), en la finca denominada "Horrigueros", perteneciente a la localidad de Cáceres, localizando a estas personas en disposición de disparo y en condiciones de hacer fuego, estando colocados entre 200 y 300 metros, tras la última línea de escopetas pertenecientes a la montería, creando un peligro inminente para estos cazadores, en el caso de realizar algún disparo hacía el lugar donde dirigía el arma, interviniendo antes de que efectuaran algún disparo, sorprendiendo en un primer momento al primer cazador y posteriormente a otras cuatro personas, (dos cazadores y dos acompañantes), que tras percatarse de la presencia de la Guardia Civil salieron huyendo del lugar, pudiendo interceptar a otro cazador y su acompañante.

Ante estos hechos, la Guardia Civil interesó a los dos cazadores que acreditasen la participación de la montería autorizada, manifestando que no formaban parte de dicha acción cinegética. Ante ello, tras intervenir las armas, procedieron a instruir a los dos cazadores los pertinentes expedientes de denuncia, por cazar en línea de retranca, siempre según la Comandancia cacereña.