Antonio Pajuelo, guardia civil destinado en el puesto de Garrovillas de Alconétar, salvó la vida de un bebé de 20 meses.

El pasado sábado, 14 de mayo, mientras estaba fuera de servicio, Pajuelo practicó al niño maniobras de resucitado porque sufría una parada cardio-respiratoria.

Además, coordinó desde el vehículo que trasladaba al bebé, a los servicios médicos para su evacuación en una UVI a Cáceres.