Según informaciones de Cipri Paniagua Paniagua, miembro de un equipo multidisciplinar que, desde hace bastante tiempo, se dedica a estudiar los restos arqueológicos que aparecen en superficie por diferentes términos municipales del norte cacereño, se han hallado estructuras constructivas y numerosos fragmentos cerámicos de clara tipología visigoda en el paraje denominado Huerta de San Pedro.

El paraje está atravesado por un antiguo cordel de merinas, que, según reza en la tradición popular, era el camino que enlazaba los enclaves romanos de Cáparra y Caurium (Coria). Cerca de estos vestigios, aparecen las ruinas de la que tiene todas las trazas, aseverado por una especialista en Bellas Artes, de ser una ermita visigoda, muchos de cuyos sillares, columnas y otras mamposterías fueron reutilizados, a lo largo de los años, en la construcción de casetas de hortelanos que se encuentran en sus inmediaciones.

Se tiene por oídas que, años atrás, realizando labores de arada, aparecieron por estos parajes dos hebillas de cinturón, claramente visigodas, y otros objetos de bronce, así como unas pizarras que presentaban diversos signos inscritos. Se desconoce el paradero de tales objetos.