Las únicas referencias históricas de esta población aparecen siempre unidas a Romangordo y a Casas del Puerto como parte única de la campana de Albalat, por lo que sus tradiciones y avatares se desarrollaron de forma similar a las del pueblo matriz.

No obstante, dentro de su término la arqueología ha podido obtener una serie de datos que permiten de momento señalar al poblado prehistórico de la Sierra de la Calzadilla, aunque se desconoce si pertenece a la edad del Cobre o la del Bronce, como referente más antiguo del poblamiento. Por otra parte, del tiempo de la Edad Media destacan las ruinas de una atalaya y su ciudadela en Castil Oreja.

El historiador Publio Hurtado ubica el lugar equivocadamente en la Sierra de Hinojal, cuando por tradición se conocen estas ruinas en el cerro del mismo nombre, muy cerca de Higuera, en uno de los meandros del arroyo de la Garganta Grande. El cerrado monte de jaras impide un registro minucioso y la documentación precisa de las ruinas allí existentes, apreciándose tan sólo las cimentaciones de un torreón o un fortín de planta cuadrada. Está construido a base de un aparejo irregular de pizarra, al igual que los restos de una pequeña población amparada entre los riscos que, por la tipología de los escasos fragmentos cerámicos reconocidos, debe corresponder a un asentamiento de origen musulmán.

PATRIMONIO RELIGIOSO En su patrimonio religioso Higuera cuenta con la iglesia de San Sebastián. La construcción del templo ha sido realizada en mampostería, excepto en los vanos de las ventanas, puertas y molduras del campanario que están trabajados en granito. Una parte interesante del edificio es el campanario de dos cuerpos del que forma parte la sacristía. Se accede a través de una escalera de caracol embutida en un cilindro externo parejo al campanario.

En ambas estructuras la parte inferior es de mampostería y la superior de ladrillo; la escalera está rematada por una cupulita y el campanario por un capitel piramidal. Los vanos campaneros se abren a los cuatro costados mediante arcos de medio punto. El retablo mayor es de traza clásica, corresponde a principios del siglo XVII y se compone de dos cuerpos y remate.

En el primer cuerpo hay una imagen moderna de San Sebastián, mientras que las figuras que se representan de derecha a izquierda, pintadas sobre tablas muy deterioradas, no se aprecian. En un segundo cuerpo, montan otras tres tablas con imágenes de la Inmaculada, el Arcángel San Gabriel y San Sebastián y, en el ático, la imagen de Pentecostés.