Hinojal es una población enclavada territorialmente en la zona conocida como los Cuatro Lugares. Al mismo tiempo se puede acceder por la N-630 o por la carretera comarcal 912 (Cáceres--Torrejón el Rubio) al Parque de Monfragüe.
Se trata de un municipio eminentemente agrario. El 84% de sus terreros se dedica a pasto y el resto al cultivo de cereales. Es un paraje de singular belleza que ofrece un paisaje llano, de escasa vegetación, y constituye el hábitat natural de las avutardas. Sus vestigios arqueológicos dan cuenta de antiguos asentamientos anteriores a la época romana, como son: Villar de la Rodriga, Lajardina, los Torreones, los Castillejos, Ruinas de Casasola y Villarías.
En cuanto a los edificios de épocas posteriores, sobresale la iglesia parroquial de la Asunción, construida con sillarejo reforzado con granito. Presenta dos portadas, una apuntada al sur y otra semicircular al oeste. Se trata de un edificio de planta rectangular y una sola nave dividida, inicialmente, en tres tramos que se perdieron con la remodelación de la obra, quedando tan sólo de la nave original el tramo de los pies, cubierto con bóveda de terceletes.
La torre se eleva a los pies de la iglesia. La obra principal es del siglo XVI, aunque se observan detalles constructivos del siglo XV. En el interior del edificio destacan dos nichos dispuestos en los lados de la nave, que se cubren con frescos que representan temas religiosos y figuras de tipo fantástico. También sobresale un pequeño retablo de madera sin policromar realizado en el último cuarto del siglo XVI por el entallador cacereño Juan de Santillana. Está cubierto con decoración manierista, plateresca y religiosa.
ERMITAS Y VIEJOS MOLINOS
Otros monumentos religiosos son sus numerosas ermitas: San Bartolomé, Nuestra Señora de las Batallas y San Juan, Santo Toribio, San Antonio Adaz (ruinas), Los Mártires, San Sebastián y San Fabián (ruinas). Entre los monumentos de carácter popular, ligados a la economía tradicional, destacan las Piedras del Lagar, el molino de tracción animal, Pozo de Canto, la Cruz de Canto, la Piedra Escrita, el Horno de Tejas, Pozo de San Bartolomé, Pozo del Tejar y Pozo de la Laguna. También hay numerosos molinos, como el molino y puentes del arroyo del Fresno, molino y puente del arroyo de la Puente, y molinos y puente del arroyo de Talavan.
A finales de otoño, miles de grullas procedentes de Europa llegan para alimentarse a los llanos y humedales de Talaván, Hinojal y Santiago del Campo. La naturaleza es uno de los mayores exponentes de esta comarca, que se encuadra dentro de la ZEPA (Zona de Especial Protección de Aves), donde nidifican las mayores rapaces de la península.
