TSte me viene quejando un emprendedor pimentonero de que el gobierno de turno ha birlado la paga de Navidad a todo el funcionariado del reino. ¡Un crimen, Nacho !, se exalta: ¡Es un crimen para la economía verata! Porque los funcionarios, no solo están echando una mano a los familiares que las pasan estrechas, es que además, son quienes compran jamones en estos días. Porque tú sabes que los cochinos se sacrifican por el jamón. Pero si no se venden jamones, no se sacrifican cochinos. Y no habrá patateras, ni calabaceras; nada de costillas en adobo; tampoco chorizo, ni lomo embuchado, ni tasajos, ni cachuelas... ni Dios que nos consuele. Y si no hay nada de todo eso, pues no hay vuelta de hoja: no hace falta pimentón. En fin, añade y se le tuerce la boca en una sonrisa amarga, suerte que las exportaciones están creciendo como la espuma.

Seguro que tiene razón; porque andan por ahí mareando la perdiz con el asunto de la "no-paga-extraordinaria" a los funcionarios. Hasta hay alguien que ha dicho que se adelantaba. Eso sería eficiencia. Y cinismo. Porque tanto tejemaneje tiene algo o mucho de ostentación de poder. Como si el poder solo no lo fuera ya de por sí.

Quienes leímos la novela de Orwell '1984' y, además de buena memoria, tenemos pesadillas a causa de las perversiones del poder, recordamos la escena en la que O'brien le pregunta a Winston : "¿Cómo afirma un hombre su poder sobre otro? Y Winston, después de pensar un instante, le contestó: Haciéndole sufrir".

Y será así, porque si no es difícil de entender aquella letanía a gritos del "¡que se jodan!", e incluso unas palabras de doña Dolores de la Mancha referidas a que no hay que pagar extra a los funcionarios extremeños: "porque todos vamos en el mismo barco". Y será verdad que el barco es el mismo; pero hay quien lleva flotadores de hasta doscientos mil euros en la cartera y quienes son ya restos de un naufragio.

Seguro que tiene razón mi amigo pimentonero: un crimen para él y para todos.