La Patrona de Cuacos de Yuste, la Virgen de la Soledad, recibió en la mañana de ayer más visitas de las habituales. El motivo de que muchos fieles se acercaran hasta la ermita, ubicada en un montículo próximo al casco urbano, fue el incendio que se declaró la noche anterior en el paraje de Colmenarejo, y que acercó las llamas hasta escasos metros de las paredes del santuario, quemando varios de los pinos que envuelven la edificación. La intervención de los bomberos y el carril que bordea el inmueble religioso impidieron que el fuego dañara el edificio, "que no se quemó porque esta hecha con materiales de construcción, sin madera", advertía una feligresa, mientras apuntaba que la Virgen de la Soledad "intervino para que el fuego no llegara al pueblo".

Por su parte el alcalde, Sixto Teno, señaló que las llamas surgieron pasadas las nueve de la noche, extendiéndose por la ladera del monte donde se encuentra la ermita de la Soledad, y hacia el sur en dirección a Valfrío, además de aproximarse al Camping Carlos I, lo que obligó a desalojar a los vehículos y mantener en alerta a los acampados, aunque en ningún momento corrieron peligro, debido a que el viento no cambió de dirección.

Teno dijo que "también fueron desalojadas algunas casas rurales" del entorno.

Por otro lado, la Junta catalogó ayer el incendio "de conato". No obstante reconoció que hubo desalojos preventivos, "sin que fuera necesario aplicar el nivel de alerta uno".