La situación del incendio que afecta a la reserva natural de la Garganta de los Infiernos ha mejorado de forma positiva pero al cierre de esta edición aún no se daba por controlado y se mantenía el nivel 2 de peligrosidad debido a la dificultad de acceso a la zona, lo cual ha obligado a la comunidad autónoma de Extremadura a solicitar el apoyo de medios aéreos del resto del país. Así, además de los medios ya aportados por el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente (Magrama), durante la tarde de ayer se sumaron dos retenes aéreos aportados por el Gobierno de Castilla-La Mancha.

El Centro de Coordinación Operativo Integrado (Cecop) celebró ayer dos reuniones, una a primera hora de la mañana y otra por la tarde, para abordar la situación. "Las condiciones del incendio, que aún no se ha dado por controlado, ha mejorado mediante el paso de las horas y sigue sin haber riesgo para las poblaciones más cercanas", informó la Junta tras el segundo encuentro. En la reunión estuvieron junto a la consejera de Medio Ambiente, Begoña García, la delegada del Gobierno en Extremadura, Cristina Herrera, y otros integrantes del Cecop, que se reunirá de nuevo hoy a las 10.00.

La previsión es que los medios aéreos se vayan retirando de manera progresiva durante esta noche por razones de seguridad. Y es que, al igual que la noche del viernes, los retenes terrestres no podrán trabajar en la oscuridad en la zona debido a las complejas condiciones de acceso a la zona del incendio. No obstante, varios agentes forestales se mantendrán en el terreno en labores de vigilancia. En concreto, trabajan en la zona cinco aviones anfibios, 15 helicópteros, 11 retenes y cuatro brigadas de refuerzo.

900 HECTAREAS Según las primeras previsiones las llamas habrían arrasado unas 900 hectáreas que no son de gran valor ecológico, ya que en ellas hay matorral, piornos y brezos. Habrían llegado también a una pequeña zona de roble y encinar.

El incendio afecta a las localidades de Tornavacas, Jerte y Guijo de Santa Bárbara, pero continúa sin presentar peligo para los núcleos urbanos. Aún así ayer se restringió por precaución el acceso a la zona de Los Pilones, muy frecuentada en verano por los visitantes de esta comarca del norte de Cáceres, así como la piscina natural de la localidad de Jerte, debido al intenso humo que hay en la zona.

El fuego tiene varios focos, por lo que las labores de se han dividido en dos frentes. En el frente norte trabajan cinco hidroaviones anfibios del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente, con una capacidad de 5.500 litros de agua, que realizan un constante carrusel de carga en Plasencia y de descarga en la zona afectada por el fuego. En el frente sur trabajan 12 helicópteros de las brigadas contra incendios y del Plan Infoex, además de otro de coordinación, que realizan otro carrusel de carga, en este caso en Guijo y en Aldeanueva.

Desde la asociación Natura 2000, que gestiona campamentos en la zona, aseguran que el incendio ha sido intencionado debido a que presenta varios focos. Sin embargo ayer la consejera de Medio Ambiente no quiso confirmar este extremo.

Los medios aéreos que participan en las labores de extinción son, por parte del Plan de lucha contra incendios forestales de Extremadura (Plan Infoex), cinco helicópteros de transporte de brigadas y extinción, un helicóptero de extinción Kamov y un helicóptero de coordinación. Por parte del Ministerio trabajan en la zona cinco aviones anfibios de gran capacidad, siete helicópteros de transporte de brigadas y extinción, un helicóptero de extinción Kamov y un avión de coordinación, además de un helicóptero de transporte de brigadas y extinción del Gobierno de Castilla-La Mancha.

En cuanto a los medios de tierra, por parte de la comunidad extremeña participan seis retenes de tierra, cinco retenes aéreos, cinco agentes del medio natural, el mando directivo del Plan Infoex, dos capataces, el centro de gestión de incendios forestales con dos técnicos y tres coordinadores.