-¿Qué momento atraviesa la artesanía en la provincia?

-El sector artesano partía de una disgregación y la de pérdida de una identidad que en el pasado se tuvo. Desde la asociación lo que se ha hecho es unificar al sector y dotarlo de una fuerza y una energía que, como muchos de los artesanos más veteranos reconocen, jamás había tenido, sobre todo, en el sentido de la imagen de colectivo profesional. El momento actual es bueno, con todos los matices que siempre tienen estas etapas, y, por fin, hay un sector que está unificando criterios e intentando superar los viejos canales de comercialización, que están en franco declive y ponen en riesgo la pervivencia de muchos de los oficios artesanos.

-¿Qué perspectivas de futuro se tienen?

-Lo que queremos es cambiar e innovar ese marco comercializador que ha habido hasta la fecha y las perspectivas de futuro que se abren son extraordinarias. Hay un gran apoyo de las instituciones con responsabilidad en la materia, sobre todo, por parte de la Consejería de Economía y Trabajo, a través de la Dirección General de Comercio, y, en la provincia de Cáceres, con una apuesta clara y una labor encomiable de la diputación.

-Una de las últimas apuestas ha sido aunar artesanía y diseño en una muestra que acoge la sala de la diputación.

-Este proyecto permite al artesano es abrir la mente, sobre todo, a la capacidad de producción de determinado tipo de piezas o manufacturas artesanas y su destino. Se trata de cambiar el matiz del producto para el uso diario al producto para el concepto de decoración, con la adaptación al gusto estilístico que tiene la sociedad, aunque siempre manteniendo la artesanía de piezas tradicionales --las más despreciada--y luchando por revitalizarla.

¿Qué lugar ocupa la artesanía en la oferta turística?

-Siempre ha sido una apuesta crucial para el turismo. La promoción turística siempre se ha aprovechado de la artesanía como uno de sus principales reclamos, porque quizás la mayor representación de parte del alma de un pueblo que se pueda llevar el turista sea esa pieza artesana que transmite la cultura de ese pueblo. Lo que intentamos es que el promotor turístico que entienda al artesano como un reclamo turístico tiene que tratarlo con todos sus valores.

-¿Los jóvenes se interesan por trabajar en este sector?

-Hay una grandísima carencia de formación para la transmisión de los oficios artesanos. La creación de empresas y la autopromoción de empleo es complicada y, aunque hay ayudas públicas, la solución debe buscarse en la comercialización de los productos, porque el gran miedo es el no saber si el producto se va a vender y se va a poder vivir de eso. Son necesarias las escuelas profesionales de artesanía, con una formación reglada y que busquen desde el principio una comercialización adecuada para la producción. Una de las ideas que baraja la asociación, ya en fase de redacción, es un proyecto de tutelaje empresarial para nuevos artesanos, donde además de destinar ayudas al mantenimiento, se orientará para que la comercialización sea la adecuada y no la que ahora se tiene de las pequeñas de ferias, que no dan viabiliadad económica.