Isabel Díaz de la Jara, portavoz del colectivo de vecinos de Jarandilla de la Vera que el año pasado reunió cuatrocientas firmas para pedir a la Junta de Extremadura que actuara contra la plaga de orugas, que en las últimas primaveras viene devorando una extensa superficie de robledales, incluidas algunas plantaciones de cerezos de La Vera y el Valle del Jerte, ha valorado de forma "muy positiva" las fumigaciones aéreas que la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente ha llevado a cabo a lo largo de la última semana.

No obstante, Isabel Díaz de la Jara considera que "la labor no termina con esta medida, ya que para controlar la plaga de cara al futuro es necesario instalar feromonas a razón de una trampa por hectárea, con el fin de capturar a las mariposas macho de la especie de orugas que provoca la plaga", explica a El PERIODICO.

Por otra parte, la portavoz del grupo jarandillano se mostró partidaria de que la colocación de este tipo de trampas tenga continuidad durante los próximos años, con el fin de asegurar la erradicación de la plaga de orugas que cada primavera propina un ataque virulento a los robledales ubicados en los municipios de Jarandilla, Aldeanueva de la Vera, Cuacos de Yuste, Garganta la Olla, Jaraíz de la Vera, Torremenga, Pasarón, Arroyomolinos, Gargüera y Barrado, entre otras zonas afectadas.

´LAGARTA PELUDA´ El escrito remitido hace un año por el colectivo jarandillano a la Junta de Extremadura informaba de que las orugas que en 2006 atacaron al robledal de la zona de Cerropino, Pascualas y Los San Giles pertenecian mayoritariamente a la especie Lymantria dispar , conocida como lagarta peluda .

Por último, Isabel Díaz advirtió que de no remediarse el problema derivado de la plaga de orugas se producirá un deterioro progresivo en la masa arbórea de la zona afectada.