Cuando por las crestas de la sierra de Tormantos aparecen las nieves invernales, allí está todos los años Jarramplas, un personaje que parece sacado de los confines del universo. Con la festividad de san Sebastián Piornal se viste de cintas multicolores para recibir a su Jarramplas, un espantapájaros o un mito, que hace cientos de años robaba el ganado de los piornalegos y que, como castigo, fue lapidado con nabos por los vecinos.

Hoy día esta fiestas se ha convertido en una de las de mayor interés turístico de la región, varias televisiones nacionales (entre ellas TVE, que emitió en directo) y extranjeras cubrieron ayer esta celebración. Las calles de Piornal acogieron a unas 6.000 personas.

"Jarramplas es toda una tradición, es nuestro mejor estandarte y una de las raíces más significativas de nuestro pueblo. Para una persona ser Jarramplas, es todo un orgullo", explicó el alcalde de Piornal, Angel Rama.

La jornada de ayer para Juan Manuel Vicente, Jarramplas 2005 , fue una de las más importantes de su vida, "lo hago por tradición, mi padre y hermano también lo fueron varias veces". Es algo increíble, al principio estás nervioso, pero luego no sabes por donde te llegan los nabos, sólo tengo que aguantar y provocar para que me tiren más".