Cualquier piornalego que se precie entiende el significado de la frase ‘¡qué viene, qué viene!’. Y es que faltan escasos días para esta Fiesta de Interés Turístico Nacional que se celebra año tras año. No sólo rito, sino símbolo de devoción hacia una tradición profundamente arraigada.

La lista de espera para ocupar el lugar de Cándido Moreno Fernández, que el 19 y 20 de enero tiene el privilegio de ‘ser’ Jarramplas, llega hasta el año 2039.

Por un lado, héroe e identidad local, venerado por todos por ser capaz de someterse a un tremendo sacrificio físico, soportando una tormenta de alrededor de 30.000 kilos de nabos por su comunidad y por otro, diablo, chivo expiatorio, lo peor del pasado y del presente y ajusticiado por un pueblo entero y los miles de visitantes que acuden y participan, igualmente.

Ritos, gastronomía, religiosidad, fiesta y tradición conforman esta Fiesta para la que los vecinos de la localidad se preparan durante todo el año.

Talleres y concursos de dibujo, máscaras, manualidades o poesía, para niños y adultos, conforman la oferta de esta celebración, del 12 al 20 de enero. Día en el que nuestro protagonista, acompañado de sus Mayordomos, entrega sus ropas a su sucesor para su custodia.