Jarramplas se protege este año con una armadura de fibra de vidrio de 50 kilos en vez de la de carbono que probó el pasado y que no resistió la tormenta de nabos que le lanzan durante su penitencia. Así lo explicó ayer Armando Vicente, 'Mandi', único Jarramplas de esta edición de la Fiesta de Interés Turístico Nacional, hijo y nieto de Jarramplas.

Ernesto Agudiez, alcalde de Piornal, donde se celebra Jarramplas los días 19 y 20 de este mes, indicó que este año, en total, se le arrojarán al devoto de san Sebastián 18.000 kilos de nabos, la mitad procedentes de Jarrandilla de la Vera y la otra de Segovia. El tamaño de los que mostraron ayer en la presentación era 'medio' y aún así resultaba aterrador. También tuvo Agudiez palabras de elogio para Pepa, la piornalega que con más de 80 años elabora el vistoso traje que luce Jarramplas. Otra anécdota que desgranó el edil fue que dos madres acaban de inscribir a sus hijos en el ayuntamiento para ser Jarramplas, con lo que ya hay lista hasta el año 2034. Una de las novedades de la fiesta --según avanzó Rosario Cordero, presidenta de la Diputación de Cáceres-- es que el próximo lunes 18 al mediodía se inaugurará en Piornal un centro de interpretación de Jarramplas, que servirá como reclamo turístico permanente.

'Mandi' --que tiene 30 años-- explicó que lleva ya 10 años para ser Jarramplas y que espera con impaciencia la jornada de máximo orgullo para él. De hecho, últimamente se duerme a las cinco de la mañana de la emoción y los nervios. Al ser el único Jarramplas de esta edición, realizará en solitario las cinco salidas programadas. "Los que somos de Piornal nacemos con esta ilusión", afirmó 'Mandi'.

Las actividades de la fiesta propiamente dicha comenzarán el martes 19 con la petición de ofrendas a san Sebastián. Posteriormente, Jarramplas saldrá de casa del mayordomo y recibirá la lluvia de nabos a las once y volverá a salir a las cuatro de la tarde. El miércoles 20 Jarramplas recorre las calles de Piornal a las 10.30, 11.00, 16.00 y 16.30 horas, tras lo que entregará la ropa al mayordomo entrante.

Un detalle interesante de esta edición es que se han elaborado siete máscaras y 201 cachiporras, que es un elemento que puede utilizar Jarramplas para defenderse en sus salidas. Tiene que soportar en honor y devoción a san Sebastián la lluvia nabos que le lanzan los vecinos y participantes en la fiesta mientras lleva un disfraz de cintas de colores, una máscara con cuernos, un tamboril y una armadura debajo para protegerse. Acaba contusionado.