¿Pero cómo se puede ser tan cara-dura? Y hablo, o dirijo estas preguntas a la clase política en general: ¿Por qué un simple ciudadano tiene que cotizar treinta y cinco años para percibir una jubilación y a los diputados les basta sólo con tres o seis años según el caso?

¿Por qué los miembros del gobierno para cobrar la pensión máxima sólo necesiten jurar el cargo?

¿Por qué los diputados son los únicos trabajadores de este país que están exentos de tributar un tercio de su sueldo del ISR?

¿Cómo hacen los políticos para colocar en la administración a miles de asesores (a sus amigos con sus sueldos) que ya desearían los técnicos más cualificados?

¿Por qué a un político no se le exige superar una mínima prueba de capacidad para ejercer su cargo, sin entrar en titulación, capacidad intelectual o cultural?

¿Por qué hemos de pagar nosotros los contribuyentes al erario público el costo de sus comidas, coches oficiales, chóferes, viajes- (la mayoría de las veces de alto nivel o clase) y sus tarjetas de crédito?

¿Por qué tienen casi cinco meses de vacaciones al año (48 días en Navidad, alrededor de 17 en Semana Santa y unos 82 en verano)?

¿Por qué cuando cesan en el cargo tienen un colchón del 80% del sueldo durante dieciocho meses?

¿Por qué los ex ministros, ex secretarios de estado y altos cargos de la política cuando cesan son los únicos ciudadanos de este país que pueden legalmente percibir dos salarios del erario público?

¿Por qué nos ocultan sus privilegios mientras vuelven a la sociedad contra quienes de verdad les sirven?

¿Por qué y con qué derecho tienen la cara de hablar de política social y derechos sociales?

Hay muchas más preguntas, que éstas espigadas de las redes sociales. Usted las puede añadir las suyas propias, porque estoy seguro de que haberlas, haylas...