El picador cauriense, Juan Francisco Presumido Pascual, de 36 años, que falleció el domingo por la noche tras sufrir un aneurisma de aorta mientras se encontraba ese mismo día por la tarde participando de una corrida de toros en Barcarrota (Badajoz), fue enterrado ayer en su pueblo natal. El picador, que pertenecía a la cuadrilla del torero extremeño Antonio Ferrera, sufrió un aneurisma después de picar al primer toro de la tarde en el que Ferrera compartía cartel con Julián López El Juli y Alejandro Talavante. Después de su actuación, el picador se retiró con su caballo y comenzó con síntomas de mareo y vómitos. El personal sanitario de la plaza le realizó un electrocardiograma, después fue llevado al centro de salud del municipio y seguidamente trasladado al Hospital Infanta Cristina de Badajoz donde falleció al poco tiempo después.

Uno de sus compañeros de la cuadrilla, Dionisio Grilo, que se encontraba el domingo en la plaza relató ayer El Periódico Extremadura que Juan Francisco se sintió mal tras el primer toro. "Cuando le abrí la puerta del cuarto de caballos, venía quejándose mucho de un dolor muy fuerte en el pecho, le ayudamos a bajar del caballo y llamamos al médico, al principio no parecía grave porque vomitó y se sintió mejor, pero luego cuando lo llevaron de la plaza al centro de salud le dió otro infarto fuerte y de ahí ya lo trasladaron a Badajoz para operarlo hasta que ya supimos que había fallecido", explicó consternado.

CONSTERNACION El repentino fallecimiento del picador cauriense ha sido un mazazo para el mundo taurino, un golpe duro que ayer pudo verse reflejado en los rostros de cientos de amigos, vecinos y profesionales del mundo del toro, entre éstos, Antonio Ferrera, que acudió acompañado de toda la cuadrilla con la que Juan Francisco salía a la plaza todas las tardes y en la que también estaba previsto que asistiera ayer por la tarde en Ayamonte (Huelva) una corrida que se suspendió inmediatamente conocerse el fallecimiento del chico.

A la misa funeral que se ofició en la catedral, acudieron además los toreros César Jiménez y Emilio de Justo, entre otros. Así también el ganadero Victorino Martín (hijo) quien ha estado muy cerca del picador ya que prácticamente se crió en la finca del ganadero extremeño. "Se ha criado en nuestra finca y ha sido una lamentable pérdida en lo profesional y humano", manifestó el ganadero.

Juan Francisco Presumido, que residía en Coria con su mujer y sus dos hijas menores de edad, pertenecía a la Unión Nacional de Picadores y Banderilleros Españoles y era hijo de Julio Presumido, mayoral durante años de Victorino Martín Andrés. Presumido debutó como picador en el año 1993 en Coria.