Sonia Llanos Valiente ha pasado por uno de los momentos más difíciles como responsable del área de Bienestar Social en el Ayuntamiento de Coria tras los hechos ocurridos en la residencia de ancianos, donde faltó gas del 24 al 27 de marzo. El PSOE, grupo de la oposición, ha pedido su dimisión.

-¿Cree que debe de dimitir?

-No, porque aquí no se trata de una decisión que yo he tomado en un momento dado y haya ocasionado un grave perjuicio, sino que hay unos hechos que yo desconocía. Si lo hubiera sabido, hubiera solucionado el problema inmediatamente.

-¿Quién cree que debía haberla avisado de la situación y por qué cree que no fue así?

-Se han abierto las investigaciones oportunas para determinar por qué no se me avisó. No sé si las personas responsables, el director de la residencia de ancianos o el personal de mantenimiento, no consideraron el tema relevante. No sé si sometieron a su consideración si era trascendente o no, es una cuestión que se está tratando de determinar.

-¿Qué responsabilidades se han depurado hasta el día de hoy?

-Prefiero no entrar en detalles porque todavía no hay una resolución al respecto. Hay unos trámites y un procedimiento de investigación y se está tratando de determinar si hay responsabilidades, si hay mala fe en la propia actuación de las personas que están directamente relacionadas con el control del gas.

-¿Cree que el asunto se ha utilizado como arma política?

-Muchísimo. Me he educado en una familia de clase media baja y los valores de humanidad y respeto los tengo inculcados desde pequeña. El grupo de la oposición socialista ha intentado crear una visión mía de falta de humanidad y de falta de respeto hacia las personas mayores que no coincide con la realidad.