Ante la polémica generada por el punto debatido en el pasado pleno sobre a la Ley de Memoria Histórica, el alcalde de Trujillo, Alberto Casero, ha emitido un comunicado para aclarar los términos en que se ha realizado el listado que recoge los vestigios relacionados con la dictadura y la Guerra Civil, solicitado por la Diputación de Cáceres. En este sentido, el hecho de que aparezcan en el listado los nombres de Ezequiel Pablos, que cuenta con una calle en Huertas de Ánimas, y de Julián García de Guadiana, que da nombre al campo de fútbol municipal, ha suscitado muestras de desacuerdo entre la ciudadanía. Por ello, Casero ha explicado que son las diputaciones las que han instado a los ayuntamientos la remisión de informes sobre cualquier símbolo, nombres en el callejero, edificios, etc., relacionados con los años de la dictadura. Igualmente, advierte de que «reiteradamente se ha advertido que los municipios que no lo hagan quedarán fuera del marco de subvenciones». En relación a la calle Ezequiel Pablos, la nota dice que en el informe se aclaró que el nombre del callejero lo tenía en su condición de médico, pero que también había sido alcalde. «Desde el equipo de gobierno siempre hemos reconocido la labor desempeñada por nuestros antecesores, independientemente de su signo político», añade. Casero concluye: «Hay demasiadas cosas que hacer por el futuro en Trujillo que utilizar los sentimientos para buscar un rédito electoral».