El párroco de la entidad local menor de Tiétar, Emilio Sánchez Soto, falleció ayer como consecuencia de una afección pulmonar después de haber prestado más de 40 años de servicio a los demás. El Ayuntamiento de Tiétar declaró la jornada de luto oficial y ordenó que las banderas ondeasen a media asta, anulando todos los actos oficiales programados. El párroco tiene dedicada una calle en Tiétar, donde ejercía hasta el momento de su fallecimiento.

El pleno del Ayuntamiento de Talayuela también aprobó el 29 de diciembre de 2006 la concesión de la medalla del municipio como muestra de reconocimiento a los servicios prestados.

El cura don Emilio, como se le conocía popularmente, ejerció en la zona desde el año 1957 y contribuyó a integrar a los vecinos de Talaverilla y Serradilla cuando se fundó Tiétar. El párroco logró crear un pueblo unido habitado por vecinos de distintas procedencias en una época plagada de dificultades y con muchas carencias.

La capilla ardiente quedó instalada en la iglesia de Tiétar, donde celebró numerosas liturgias a lo largo de su vida. Vecinos, amigos y conocidos de todos los municipios próximos quisieron rendir con su presencia lo que se convirtió en el último homenaje al párroco, que recibió sepultura ayer por la tarde a las 17.00 horas.