Madroñera posee un término municipal muy accidentado. Situado entre sierras como la de Los Cerros de Trujillo, Pedro Gómez y las sierras de Arriba, a Madroñera la bañan las aguas del Magasca y el Crecederas. Su tierra muestra dehesas de encinar, alcornoques y superficies de matorral donde se pueden ver olivares y tierras de labor, salpicadas de robles, melojos o rebollo, castaños y por supuesto madroños, que dan nombre a esta tierra entre los llanos de la meseta trujillana y las serranías de Villuercas.

No se sabe el año de su fundación, pero sí con seguridad, que a mitad del siglo XVI ya existía. En 1558, el obispo de Plasencia, Gonzalo de Carvajal, la compró a su majestad haciéndola villa, y más tarde, tras su muerte, la cedió al regidor de Trujillo.

En esta zona se puede ver una fauna muy variada: conejos, perdices, tórtolas, liebres, patos, jabalíes y zorros, pero también se puede pescar tencas y carpas en sus embalses como el del Alijón.

Entre sus monumentos hay que fijarse en la iglesia de la Purísima Concepción, del siglo XVIII, construida durante el barroco popular. También hay que destacar la Mona del Rollo o Picota. Datada en el tercer cuarto del siglo XVI, está rematada por blasones de los señores de la villa.

Otros monumentos de interés son el Arco, que comunica dos manzanas y la ermita Vieja dedicada a la Virgen de la Soterraña, patrona de Madroñera, asociada a una leyenda popular que aún hoy se conserva. Cuentan que entre los años 1500 y 1600 se apareció en una roca a un pastor que andaba por esas tierras, aún si poblar. La leyenda narra que al pastor le sorprendió una tormenta de nieve y granizo, pidió ayuda a la Virgen que acudió en su ayuda y le prestó refugio en la cueva. Ahora es tradición llevarse del lugar un trocito de pizarra y tirarlo al tejado para así protegerse de las tormentas.

RUTA PAISAJISTICA

Esta es una ruta monumental y paisajística de primer orden que conduce desde Trujillo a Guadalupe. Es la ruta de Lagares, pues en estas tierras son muy comunes. La actividad económica de Madroñera no es la agricultura como ocurre en otras localidades de la región, ya que la mayoría, un tercio de la población activa, se ocupa en el sector servicios, aunque la construcción también es un medio de vida relevante. Además, los suelos tienen vocación ganadera, dedicándose más de la mitad a pastizales, primando dos cultivos importantes: el olivar y los cultivos herbáceos.

Finalmente, el turismo merece una mención especial, existiendo una infraestructura turística interesante con un hotel rural de tres estrellas y varias pensiones y casas rurales.