El tiempo desapacible que se registró ayer en la zona, con frío y treinta seis litros por metro cuadrado de lluvia caida a las 09.00 de la noche, acabaron haciendo mella en el ambiente bullanguero que se respiraba durante el fin de semana en La Vera, con motivo de las tres fiestas que se celebran en la comarca la noche del siete de diciembre, con el fuego y la Purísima Concepción como protagonistas: La ¡Viva!, ¡Viva!, en Aldeanueva, Las Iluminarias, en Madrigal, y Los Escobazos en Jarandilla, esta última declarada de Interés Turístico Regional.

Al anochecer las tres localidades se fueron llenando de hogueras, a las que se sumaron miles de escobones encendidos, en el casco urbano de Jarandilla. En este sentido el concejal de comunicación, Pablo López, señaló que "en los últimos años ha aumentado el número de lumbres, en esta población".

Minutos antes de las ocho de la tarde comenzó en Aldeanueva la cabalgata con el estandarte de la Virgen. El número de caballerías en esta ocasión quedó reducido a seis debido al fuerte aguacero. Treinta mil kilos de leña eran pasto de las llamas en calles y plazas, y cinco grupos folcóricos ponían en el aire las notas musicales de la noche.

Pasadas las nueve de la noche arrancó la cabalgata de la Plaza de la Constitución de Jarandilla. A esa hora varios miles de personas se divertían en la calle con la lumbre, mientras la lluvia dejaba de caer.

En Madrigal Las Iluminarias estaba previsto que reunieran a los vecinos junto a las lumbres.