El concurso más prestigioso de albañilería de Extremadura ha quedado desierto porque ninguna de las construcciones se ha mantenido en pie. La única que ha evitado el derrube, pero que no ha alcanzado el nivel exigido por el jurado, fue una creación de la pareja José Antonio Muñoz González y Raúl Olinero Muñoz, ambos de Malpartida de Plasencia, que recibieron al premio a la Mejor Pareja Chinata. El premio al albañil más joven fue Jonathan Canales Santos, de 23 años y de Cáceres.

En esta edición, la 30, se ampliaron los premios y actividades. Porque el objetivo es "dar un salto cualitativo y que sea reconocido a nivel nacional", en palabras del alcalde de Malpartida de Plasencia, Raúl Barrado.

La fama nacional ya la tiene, de hecho, entre las 25 parejas que han participado este año, en que el certamen cumple ya 30, algunas procedían de Madrid, Sevilla, Castilla-La Mancha y Cataluña. Este año, la participación chinata ha sido también importante, con seis parejas del municipio, donde el sector de la construcción ha estado siempre muy arraigado.

Por eso surgió el concurso, que este año ha sido el centro de numerosas actividades, lo que ha llevado al ayuntamiento a denominarlo Festival chinato de albañilería , con el lema de Un oficio hecho arte . Y eso es lo que hicieron ayer las cuadrillas participantes. Sobre un trabajo diseñado por los arquitectos Alvaro Tanco y Manuel Béjar, que conocieron in situ, lo plasmaron con materiales de construcción. El jurado, formado por 9 personas, entre ellas el arquitecto municipal y representantes del colegio de arquitectos y aparejadores, los propios redactores del trabajo y tres personas de la comisión organizadora, nombraron a los ganadores. La primera pareja se llevó 2.500 euros y un trofeo. Los segundos, 1.500 euros y trofeo; los terceros, 1.000 euros y trofeo y los cuartos y quintos, premios nuevos este año, regalos y trofeo. También hubo un premio para la mejor cuadrilla chinata y todos los inscritos recibieron 150 euros por participar.

Pero el ayuntamiento ha echado el resto este año y, con un presupuesto municipal de 30.000 euros, organizó actividades complementarias, centradas ayer en una comida popular muy típica del pueblo, arroz con habas, para participantes y asistentes. También hubo actividades infantiles y un mercado artesanal en el que participaron comerciantes y empresas de ocio y turismo, por estar la localidad dentro de la Reserva de la Biosfera. Además, por la noche, el grupo extremeño La Botika representó una obra a beneficio de la pequeña Valeria.

El alcalde destacó que este año, han colaborado además económicamente la Junta de Extremadura y la Diputación Provincial de Cáceres, además de empresas de la localidad, la federación provincial de la construcción Pymecon, Liberbank y Caja Almendralejo.