En los ayuntamientos de Aldeacentenera y Torrecillas de la Tiesa se acumulan montañas de currículums. Es una oleada en busca de la esperanza de tener un trabajo que llegará de la mano de Francisco Pizarro, que da nombre a la planta fotovoltaica más grande de Europa y que se construirá en la comarca de Trujillo, en los términos de ambos municipios.

Tendrá una superficie de unas 1.353 hectáreas y 590 megavatios de potencia instalada. Ejecutada por Iberdrola, supondrá una inversión de 500 millones de euros y los primeros empleados ya han sido contratados para la colocación de placas y el asentamiento del terreno. Sin duda, el maná ha llegado a la provincia de Cáceres.

Tomás Sánchez Campos es alcalde de Torrecillas de la Tiesa, que cuenta con algo más de 1.000 habitantes. Satisfecho, explica lo que supone para ellos la iniciativa. «Llevamos dos años y medio con este proyecto y es bastante lo que significa para nosotros. Creará unos 1.200 trabajos en la fase de construcción, mantenimiento de la planta, además de los ingresos que dejará en las arcas del consistorio, por tanto la perspectiva es muy buena y grata», apunta.

A ese dinero hay que sumarle otros impuetos que repercutirán de modo beneficioso en el pueblo. Tomás Sánchez atestigua que las cantidades más significtivas durante los 45 años de la vida útil de la instalación vendrán de dos tasas: el IBI especial y el IAE. El dirigente municipal se muestra contento y destaca todo el esfuerzo que esto lleva detrás. «Estamos dando los últimos retoques para que las obras comiencen a principios de año. Antes tiene que llegar la licencia urbanística de la Junta de Extremadura para que los consistorios podamos dar los permisos de obras», detalla sin poder evitar una sonrisa.

«Somos un pueblo en el que afortunadamente disponemos de muchos autónomos, empresas de albañilería, talleres... y estamos viendo qué posibilidades hay de poder ofrecerles sus servicios a las personas que se van a instalar aquí». Supondrá alquileres de casas, gastos diarios en restaurantes, comercios, es decir, la creación de empleo ya sea directo o indirecto. «Es de agradecer ante la situación tan angustiante que vivimos a causa de la crisis derivada del coronavirus», asevera. «Los primeros contratados ya se han asentado. Nuestras infraestructuras están en perfectas condiciones y con el dinero que reciban lo invertirán en la creación de empleo que frenará la despoblación», resalta.

Aunque las obras todavía no han empezado, Francisco Pizarro ya se está haciendo notar con los trabajos previos. Ejemplo de ello son los alquileres o compras de fincas, así como de locales para convertirlos en oficinas. «Cada día llegan un par de decenas de camiones de grandes dimensiones para dejar almacenadas las placas que se tienen como depósito». El regidor añade que se han implementado cursos formativos en el municipio cacereño para 100 personas de todas las edades y de diferentes perfiles.

«Pinta genial»

«Pinta genial»Aldeacentenera, la otra gran beneficiada, tiene 706 vecinos. «En wikipedia siempre nos ponen menos», advierte el primer edil, Francisco Muñoz, quien reconoce que «de entrada las expectativas pintan genial. La mayoría de los ciudadanos se dedican a la ganadería y hemos luchado para que este oficio sea compatible con el solar fotovoltaico y que la gente no pierda un empleo al que se ha ocupado toda la vida».

Una vez que finalice, la planta tendrá 25 puestos de trabajo, recuerda el regidor, pero durante su construcción los frutos serán grandes «gracias a los impuestos correspondientes. El municipio recibirá unos 30 millones de euros», calcula.

Muñoz ha aprobado ya una bajada de las contribuciones en la basura, el alcantarillado y el agua en Aldeacentenera. Asimismo ha pensado mejorar con el dinero que ingresará el sistema del alumbrado público, cambiar las tuberías de fibrocemento existentes y propuestas para mejorar el empleo. Quiere recuperar un antiguo proyecto de una residencia de mayores, que completaría a la existente. Se le nota igualmente alegre por una noticia que es una inyección de optimismo para la economía de toda la comarca de Trujillo, donde no se habla de otra cosa.

«Los vecinos están ilusionadados con la fotovoltaica y su impacto económico, se recogen curriculums desde hace más de un año, acumulamos unos 300. Entre ellos encontramos electricistas, montadores, peones, ingenieros... todos ellos han hecho cursos de riesgos laborales. En el perfil del profesional de limpieza de los baños buscan a personas con discapacidad», asegura.

«Hace un par de días nos han pedido los curriculums de peones y se los hemos mandado», subraya el alcalde. Francisco Muñoz se congratula porque hay algún antropólogo en el pueblo y residentes que han alquilado sus casas porque vienen de lunes a viernes técnicos de Sevilla, de Huelva y de otros sitios del país.

Mientras, a pocos kilómetros de la entrada a Aldeacentenera hay varios obreros arreglando caminos, se afanan con las máquinas y regulan el tráfico. «Somos de la planta», explican con orgullo mientras se fotografían para este diario.