Solís ha celebrado hoy el 50 aniversario del lanzamiento de su tomate frito con el descubrimiento de una placa conmemorativa en la factoría que posee Nestlé en la localidad cacereña de Miajadas, en la que se fabrica el producto.

Al acto han asistido el presidente del Gobierno de Extremadura, Jose Antonio Monago; el director general de Nestlé España, Laurent Dereux; el director de la planta, Jose Manuel Barrientos; y el alcalde de Miajadas, Juan Luis Isidro, entre otras personalidades.

Monago ha elogiado al tomate frito Solís "como un producto de éxito que evoca lo que es el campo extremeño del siglo XXI, calidad e innovación en una estrategia conjunta de trabajo que implica a miles de agricultores en la producción y a los 90 empleados que procesan el producto".

Según el presidente regional, "asociar el campo extremeño a Solís es beneficioso para ambas partes".

"Ahora vemos que siempre que se asocia un producto agroalimentario a Extremadura es una marca amable para el consumidor y en ese sentido Solís lo es para muchos consumidores", ha añadido.

El tomate frito fue lanzado 1964 a cargo de José Antonio Solís, que dio nombre al producto.

En 1975 se abrió la fábrica de Solís en Miajadas y diez años más tarde fue adquirida por Nestlé; en 1996 comenzó la producción de tomate en polvo y cuatro años más tarde se externalizó el proceso primario de tratamiento del tomate.

La factoría de Miajadas incorporó en 2013 una nueva línea de llenado de cartón y este mismo año ha asumido el reto denominado "Solís responsable".

Según el director de la planta extremeña, el 88 % de los consumidores españoles conocen la marca Solís, que vende 50 millones de unidades al año en España.

La fábrica de Miajadas es la mayor de España, con 175.000 metros cuadrados de superficie, y dispone de cuatro líneas de llenado en cristal, cartón, bidones y latas, y exporta un 30 % de su producción.

El proyecto "Solís responsable" es un triple compromiso con la nutrición, con el cultivo local y con el respeto al medio al medio ambiente.

En lo que respecta a la nutrición, viene trabajando en la reducción de un 40% de los niveles de sal en las salsas de tomate.

El compromiso con el cultivo local se traduce en que todo el tomate es de Extremadura, concretamente de las Vegas del Guadiana, y cultivado bajo la norma de producción integrada de Extremadura.

En cuanto al respeto al medio ambiente, viene trabajando en parámetros de ahorro de agua o en fertilizantes.

En la fábrica se transforma con energías renovables, lo que reduce el consumo de agua, disminuye las emisiones de CO2 y contribuye al reciclaje de sus propios residuos.