La asociación comarcal Plataforma Sin Barreras ha hecho público un informe sobre los puntos negros que tiene Trujillo en materia de accesibilidad. Los datos revelados, más de una decena de edificios públicos no son accesibles, han dado lugar a que el colectivo solicite que la biblioteca municipal y las instalaciones del Servicio Extremeño Público de Empleo se trasladen a una planta baja. Del mismo modo, pide que se adapten los accesos de la Administración de Hacienda, el Registro de la Propiedad, el Registro Civil, los juzgados, el Teatro Gabriel y Galán y los mercados municipales de abastos. También critican la poca accesibilidad de las piscinas municipales, iglesias y algunas calles.

En lo que se refiere a edificios privados abiertos al público, Plataforma Sin Barreras denuncia que tampoco reúnen las condiciones necesarias farmacias, cajas de ahorro y bancos, la estación de autobuses, numerosos comercios y algunos bares y restaurantes. Por ello, reclama que haya mayor control y vigilancia de los permisos de apertura en establecimientos para que se respete la Ley de Promoción de la Accesibilidad de Extremadura. El presidente de Plataforma Sin Barreras, Pedro Fernández, declaró que "el 90% de los ayuntamientos no cumplen esta ley y continúan aprobando proyectos y licencias de obra saltándosela". Añadió que "para defender a nuestro colectivo habría que parar obras o presentar denuncias en los juzgados".

Por su parte, el primer teniente alcalde de Trujillo, Isidro Moreno, dijo que "se van a revisar minuciosamente los proyectos que llegan al ayuntamiento y vamos a ser más estrictos para dar la cédula de habitabilidad".