Cuando se aproxima la festividad de Las Candelas, con su singular y popular nombre de Las Purificás, me viene a la memoria, en estas fechas tan significativas para el pueblo de Monroy, la llamada que hacia yo a María Teresa Gomez, mayordoma en esos años y que gentilmente colaboraba para informarnos de los pormenores de esa antigua tradición.

Fue una noche oscura, aquella en que mi amigo me dio la noticia de su fallecimiento. Siempre fue con todos cordial, de buen agrado y de buen agrado. Por otra parte su nieta, también se suma a este sencillo homenaje desde el recuerdo y el cariño. lmposibe este año no echar de menos a mi abuela en esta fecha tan señalada para nuestro pueblo. Desde pequeña la he vivido con ella, me encantaba acompañarla a los ensayos a diario a la iglesia con las purificás, de mayor fui purific6 y lleve la rosca, orgullosa como cualquier monroyega, pero sobre todo recuerdo el fervor y el amor a la virgen que ella nos trasmitía.

Conservo la primera foto de niña vestida de refajo el día de Las Candelas, de la mano de la

virgen y mi abuela me dedica pindiendole a la virgen que me proteja durante toda la vida.