José Miguel Alvarez nació en Navalmoral hace 26 años. Ya en la facultad comenzó a hacer sus pinitos como actor y tras concluir los estudios universitarios volvió a su localidad natal, donde consiguió un trabajo estable. Tras meditarlo largamente decidió que lo suyo era el mundo de la farándula y que para sentirse pleno debía hacer lo que realmente le gustaba: actuar. Así en el 2001 decide marcharse a Madrid "a la aventura", donde años de incansable trabajo están empezando a dar su fruto. El miércoles estrenó por primera vez con su compañía (Solylokio Teatro) en Madrid, en la Sala Pradillo, que a decir de los críticos es la más importante de la capital en lo que a teatro alternativo se refiere. Hasta allí llevó la obra Walter Negro, el asesino casual .

¿Cómo le influirá la representación del miércoles?

--Sin duda alguna en que te vayan conociendo aquí. Además el estreno venía motivado porque me han concedido los derechos de estreno de la obra y esto hará que se me puedan abrir puertas. De hecho ya hay otro teatro que al enterarse de la actuación en Pradillo ya se ha interesado en nosotros.

No obstante, la vida en la capital de alguien que quiere ser actor es dura...

--El hecho de trasladarme a Madrid fue un riesgo económico muy grande y además de actuar con mi compañía y con Cermar Producciones, que fue en la que comencé mi periplo, este año ya estoy en mi segundo curso como profesor en la escuela de arte dramático Aula del Actor y realmente es con lo que uno se gana la vida. A parte de todo esto siempre he estado estudiando arte dramático y nunca en una escuela que me otorgase un título oficial, pues creo que la titulitis es una enfermedad muy acuciante de la sociedad. Por eso ahora estoy cursando segundo de Artes Escénicas en una escuela oficial.

¿Realmente compensa trabajar en lo que te gusta aunque no esté bien remunerado?

--Pues sí. Dejé un empleo fijo en un lugar donde la vida es mas barata que aquí y no me arrepiento. De hecho, ahora atravieso un buen momento y disfruto de buena crítica, lo que hace que me olvide de los malos momentos.

¿Tiene alguna meta fijada?

--Ahora estoy satisfecho de ser profesor de interpretación y es una gran experiencia, pero mi meta más acariciada es vivir como actor.