En estas fiestas un regalo estrella ha sido la tableta o tablet. Tal vez por aquello de que los Reyes Magos vienen de Oriente, las grandes empresas de Extremo Oriente se han frotado las manos pues se puede considerar que disfrutan de un monopolio en electrónica de consumo ¿cierto? Pues no, ha salido un serio competidor con productos que superan la comparación en calidad y precio. No se trata de una sucursal de una empresa foránea para evitar trabas aduaneras, no. Es una iniciativa nacida en 2005, llevada a cabo por seis jóvenes estudiantes de Ingeniería de Telecomunicación de la Universidad Politécnica de Madrid que decidieron desarrollar productos competitivos de electrónica punta.

Podía parecer un sueño imposible, pero hoy, siete años después, esta idea se ha cristalizado en la empresa Bq, con una posición dominante en el mercado nacional de dispositivos para libros electrónicos (línea Cervantes ) y tabletas, fabricando para Telefónica, la Casa del Libro y FNAC. Estos productos han superado el complejo de inferioridad y el esnobismo que en muchos españoles hace levantar una leve sonrisa al hablar de productos tecnológicos nacionales. Consultando los foros de informática, he podido ver con satisfacción la alta valoración que merece esta empresa que se ha consolidado en un terreno competitivo como la informática de consumo, sorteando el fantasma de la crisis.

En su web corporativa, luce el lema empresa y diseño cien por cien español, desde ahí se puede descargar gratuitamente más de 800 títulos de nuestra literatura, desde Alfonso X El Sabio hasta Lorca . Toda una lección para demostrar que es posible terminar con la colonización tecnológica y cultural que sufrimos. Con un poco de cuidado que tengan las administraciones públicas, España podía convertirse en un país puntero en desarrollo tecnológico, pues existen personas muy cualificadas, como han demostrado estos seis jóvenes pioneros, que solo necesitan el apropiado caldo de cultivo para desarrollar en casa todo su potencial creativo.