Las malas condiciones meteorológicas deslucieron ayer por la tarde la celebración del Cincuentenario de la Coronación Canónica de la Virgen de la Victoria. A pesar de todo, miles de trujillanos se acercaron a la plaza Mayor para honrar a su patrona. Finalmente, el frío y la lluvia no permitieron que la misa mayor presidida por el Nuncio del Papa, Monseñor Manuel Monteiro de Castro, se celebrara en el altar de la plaza, lo que obligó a trasladarlo a la iglesia de San Martín.

Como compensación para todo el público que se había acercado a la celebración, la hermandad de la Virgen, organizadora de los actos, decidió sacar la imagen al atrio de la iglesia para que todos le cantaran su himno salve. Previamente, las numerosas autoridades eclesiásticas, políticas y militares presentes se dieron cita en el palacio de San Carlos, desde donde se trasladaron a la iglesia. Entre ellas se encontraba el vicepresidente del Partido Popular Jaime Mayor Oreja, los tres obispos extremeños y el alcalde trujillano José Antonio Redondo.

Monteiro de Castro dedicó su homilía a destacar la figura de la madre de Dios, en su advocación de la Victoria. El Nuncio del Papa en España defendió sobre todo la importancia de la oración como forma de acercarse a Dios. En la celebración eucarística participaron las dos corales trujillanas, Troxiello y Antiguos Cruzados Eucarísticos, y la banda municipal.

FIN DE ACTIVIDADES

De esta forma concluyó el programa elaborado para el cincuentenario aunque ayer también destacó, por la mañana, la exhibición de la Patrulla Acrobática de Paracaidismo del Ejército del Aire, a los que curiosamente acompañó un espléndido sol antes de que cambiara el tiempo.

El alcalde José Antonio Redondo, que recibió a las once de la mañana a Monteiro en su despacho municipal, aprovechó la ocasión para solicitarle que intercediera para incluir Guadalupe en una diócesis extremeña. El nuncio papal se limitó a manifestar que de momento ese asunto estaba "parado". Los actos del cincuentenario concluirán hoy con una misa en la iglesia de San Martín a las doce y el traslado procesional de la imagen de la virgen a su lugar habitual, la ermita del castillo trujillano.