Minutos después de las 18.30 horas de la tarde de ayer llegaron al último control, situado en las inmediaciones del casco urbano de Jarandilla de la Vera, los últimos caminantes que han participado en la XXV edición de la Ruta de Carlos V, que une Tornavacas con la citada localidad verata.

En cambio los primeros senderistas habían llegado a Jarandilla a las 11.40 de la mañana, invirtiendo poca más de cuatro horas en hacer los veinticinco kilómetros de dificultad media alta, que configuran el trayecto.

Aparte de los mil caminantes que siguieron ayer los pasos realizados por el emperador de los Austrias, el día doce de noviembre de 1556, cuando se dirigía al castillo jarandillano de los Condes de Oropesa; los protagonistas fueron el viento y el frío reinante en la zona, a lo largo de todo el día, especialmente en lo alto de la montaña que separa El Valle del Jerte y La Vera. "Nosotros inscritos teníamos a setecientas sesenta personas, incluido un grupo de portugueses. Lo que ocurre es que siempre se suman caminantes por su cuenta", aclaró el presidente del Grupo Placentino de Montaña, Emilio Rodríguez. El colectivo que preside fue el organizador de la Ruta.

En cuanto al desarrollo de la caminata en sí, dijo "que todo ha ido perfectamente", destacando en el capítulo de lesionados "cuatro personas de escasa consideración". A última hora se produjo un pequeño incendio en las proximidades de la Serradilla, que tuvo que ser sofocado por los bomberos del Plan Infoex.

Por su parte, Rodríguez indicó "como novedad en los veinticinco años que llevamos haciendo la ruta", la recreación de la salida de Carlos V de Tornavacas, donde además hubo desayuno ofrecido por el ayuntamiento y el Club de Montaña local. El chocolate de final de etapa fue donado por la Asociación Cultural Amigos de la Vera.