Ante todo es imprescindible aclarar que nos parece encomiable toda iniciativa social si está inmersa en un proyecto global destinado al desarrollo sostenido de una localidad como Mohedas de Granadilla. Es evidente que la ayuda ejecutada por la alcaldía popular constituye un dato positivo, pero puramente anecdótico, ya que sólo es eso, un hecho aislado en un desierto de no únicamente una política social, sino de una política en sentido amplio, porque si algo caracteriza al actual gobierno popular de nuestra localidad es la inacción.

Con lo dicho, deseamos dejar claramente expuesto que, como colectivo político, somos fervientes partidarios de todas las ayudas necesarias para el feliz accionar de nuestra sociedad, incluyendo los 300 euros que Isidoro Arrojo dispuso para los niños que nacieran en 2002, 2003 y 2004. Sucede que cuando algún gobierno del PP emprende un gasto social, por más mínimo que sea, en este caso 8.700 euros, es un hecho tan inmensamente sorprendente que merece la portada de un periódico tan solvente como el que publican en estas líneas. Curioso, ¿no? Lo que no entendemos es cómo se puede aseverar tan frívolamente que el gobierno popular tiene una política social, cuando no ha sido capaz ni siquiera de cerrar la escuela de Mohedas de Granadilla con una mísera Alambrada.

La inoperancia social de este gobierno no nos sorprende, porque jamás el PP intentó contribuir a la creación de un estado social, más bien todo lo contrario: el PP es el partido de las fundaciones privadas, de la finalmente callada crítica al PER, de las universidades para pocos, de la Iglesia diciendo y fomentando planes educativos reaccionarios; el PP es el partido de la guerra de Irak y de la mentira permanente a los ciudadanos. Precisamente por esto y por mucho más, nos molesta que el PP quiera adueñarse, en cualquier ámbito y lugar, de lo que evidentemente consideramos una herramienta progresista para desarrollar nuestras sociedades, porque el PP no tuvo nunca una política social ni en Mohedas, ni en Extremadura, ni en España y, por suerte, los extremeños lo saben.

Estas líneas no intentan poner ninguna traba a cualquier iniciativa digna que quiera llevar este gobierno u otro, pero lo que es cuestionable, al menos, es la importancia de la noticia como para ocupar la primera plana, y la veracidad de la misma, cuando se entiende por verdad, no sólo el apéndice de la realidad, sino la completa matización de la misma. Por lo tanto, lo que para Isidoro Arrojo es "política social", para el PSOE de Mohedas de Granadilla no es más que la demagogia clientelar que trata de imponer el PP, como si aún viviéramos en la época en la que los señoritos daban empleo a los jornaleros a cambio del voto. El señor Arrojo debería llamar las cosas por su nombre y dejar de lado los eufemismos a los que tanto recurre y no intentar comprar los votos que no tiene con ayudas incompletas, que le vendría bien al pueblo y, sobre todo, a la democracia.