La planta de biomasa integrada que se instalará en el término de Moraleja y que se encuentra en tramitación, se pondrá en marcha a finales del año que viene y creará entre 20 y 25 empleos directos e indirectos. Así lo confirmó ayer el alcalde de Moraleja, Pedro Caselles, quien el lunes se trasladó hasta Mérida con representantes del grupo Ludan, promotor de la planta, para reunirse con el consejero de Medio Ambiente y Energía, José Antonio Echávarri.

Este nuevo proyecto, que requerirá de una inversión de siete millones de euros, "permitirá la valorización de cultivos energéticos, ya que es la biomasa más aprovechable en el entorno agrícola de Moraleja", explicó Caselles. Además, es una zona donde la planta de biomasa puede interaccionar más sinérgicamente con los agricultores de maíz y otros cereales al poder dar nuevos usos a sus tierras de cultivo y, por otro lado, generar fertilizantes orgánicos que les permitirán la producción de cultivos tanto con fines energéticos como tradicionales de manera más eficiente y rentable.

Una de las características es su integración con el entorno agrícola y agroalimentario, combinando tecnologías de biomasa y biogás para la valorización de cultivos energéticos, biomasa forestal y subproductos agroalimentarios locales --principalmente estiércol--, además de aprovechar el calor de cogeneración y servir de secadero de maíz gracias a una deshidratadora.

La planta incorporará dos tecnologías de valorización energética: gasificación de biomasa y la biometanización, ambos gases se queman en motores de cogeneración, siendo un proceso limpio y eficiente, sin generación de malos olores ni emisiones de partículas.