El ayuntamiento de Tornavacas está llevando a cabo la instalación de un mural con diferentes piezas de acero con figuras de vacas y terneros, con sus cuernos encendidos a modo de antorchas. El motivo de este elemento es recrear parte de la leyenda que pudo dar lugar al nombre de la villa.

A través de los escritos encontrados y la tradición oral, nace la leyenda según la cual, durante la Reconquista, en la Batalla de la Vega del Escobar (siglo X), las huestes del rey leonés Ramiro II entablaron una dura contienda con los musulmanes, poniendo en gran peligro a los cristianos, ante lo cual los vaqueros cercanos ingeniaron la argucia de azuzar contra los musulmanes sus vacas con antorchas encendidas en sus cornamentas, haciendo creer el engaño al adversario y provocando su huida.

Tras la hazaña, el rey ordenó el regreso de los animales a la sierra exclamando: «Torna-Vacas», adquiriendo, desde ese momento, el nombre aquel lugar. Otro apunte que apostilla el origen del actual topónimo del municipio son las armas que aparecen en su título de Villazgo, que se corresponden con una vaca con dos antorchas en sus cuernos.

Por todo ello, a primeros de mayo, los tornavaqueños recrean esta leyenda para mantener vivas sus raíces.