Todo apunta a que las filtraciones de agua han sido la causa principal del derrumbe de un lienzo de seis metros de ancho por ocho de alto de la muralla musulmana del siglo X de Trujillo, ubicada entre el Arco del Triunfo y la zona del Espolón.

Una de las partes más importantes del casco histórico de la ciudad, según José Antonio Ramos, cronista oficial de la localidad: “Con el paso del tiempo el agua se ha ido filtrando, con el consiguiente deterioro, ya que no tiene salida”, comenta Ramos.

Cabe recordar que la parte de la muralla afectada se rehabilitó en 2018 y se abrió al público con el fin de ampliar la oferta turística.

Hay prevista una reunión para este jueves con Patrimonio para abordar esta cuestión y empezar a gestionar la solicitud de alguna subvención que dé solución a este problema.