Un aplauso por Esperanza! Una voz espontánea surgió del fondo de la plaza cuando el féretro salía de la iglesia de Navalvillar de Ibor rumbo al cementerio. Una voz a la que los cientos de vecinos que acudieron al entierro de Esperanza Fernández, presuntamente asesinada el pasado martes por un vecino de la localidad, respondieron con un sonoro aplauso, que dio más solemnidad y encogimiento a la mañana. Hasta ese momento -eran poco después de las 10 de la mañana- el silencio había marcado el funeral. En silencio llegaron los restos desde el tanatorio de Castañar de Ibor y en silencio estaban saliendo del recinto religioso, donde tres sacerdotes habían oficiado el funeral. El aplauso rompió un ambiente en el que sólo se escuchaban conversaciones en voz baja.

"Ahora vamos a coger la fama", decía un vecino. La mayoría intentaba buscar una razón para lo sucedido, el asesinato de Esperanza supuestamente a manos de Leónidas Murillo, que le disparó desde el interior de su casa, sin conocerse rencilla previa. "Si es que no sabemos que pensar. Los dos son buena gente. Han sido vecinos toda la vida. Ella le ayudaba mucho a cuidar de su hermana enferma. También ayudó a sus padres, que murieron muy mayores". La que habla es una vecina de las de ´pared con pared´. Vestía de luto y su cara reflejaba un profundo cansancio. "A mi hijo no le estoy llevando al colegio porque está muy nervioso. El y mi hija fueron los primeros en ver el cadáver por la ventana cuando oyeron el tiro. Les va a costar superarlo", decía con la voz rota. Las cámaras llegadas para cubrir uno de los finales del trágico suceso buscaban testimonios en la plaza de los hechos. En la misma en la que vivían Esperanza y Leónidas (sus casas están a escasos 30 metros) y la misma donde un aplauso rindió homenaje a la víctima.