Nunca antes los paisajes y jardines de Trujillo habían sido contemplados con tanto interés por los niños y jóvenes trujillanos como hasta ahora. La razón de esa atracción por el entorno puede que esté en la forma interactiva en que estos se muestran. Gracias al II Festival de Paisajes, Gestos y Jardines, los alumnos de los centros educativos de la ciudad aprenden a ver con otros ojos lo que les rodea. Durante esta semana, su atención ha estado puesta en las "malas hierbas" que crecen en las lindes, setos y herbazales, y que se han utilizado como recurso alimenticio desde la antigüedad. Sin embargo, la recolección y consumo de estas plantas silvestres, que forman parte de los paisajes periurbanos, es una práctica en decadencia entre los sectores más jóvenes. Por ello, una de las actividades para escolares ha puesto en valor las plantas silvestres que tuvieron y tienen aplicación gastronómica.

Otro bloque de actividades ha sido el denominado Paisaje y educación , en el que se han impartido conferencias bajo el nombre Acercarse a lo natural con mejores gestos , para dar a los alumnos unas pautas básicas para desarrollar actividades como la pesca, el turismo ornitológico y la práctica de la fotografía.

Asimismo, el taller de lectura del paisaje desde el mirador junto al castillo de Trujillo y en el aula tampoco les ha dejado indiferentes a estudiantes de los institutos Francisco de Orellana y Turgalium, ya que han aprendido a percibir e interpretar el paisaje. Según la organización del festival, cuando se interpreta su papel y sus transformaciones, los alumnos son capaces de comprender las relaciones que existen entre las actividades que cada uno desarrolla en su vida cotidiana y las características de su entorno urbano y natural.