Adela Cacho, de Arroyo de la Luz, no se pierde la fiesta de la tenca ningún año. Le encanta el sabor de este pescado de río. Ella fue ayer una de los visitantes que, en Santiago del Campo, disfrutó de la XXIII edición de este evento lúdico que organiza cada año la mancomunidad de municipios Tajo-Salor.

Con grandes colas y mucha animación, este manjar tan característico de la comarca fue el protagonista de un día en el que se preveía que más de 4.000 personas se acercaran hasta esta localidad situada a 25 kilómetros de la capital cacereña. Muchos eran habituales y otros inexpertos en este arte culinario, pero a todos les movió su pasión por este producto.

También la cocina moderna puso sabor a la fiesta. Los productos típicos de la mancomunidad como la torta del Casar, morcilla o dulces se mezclaron con la artesanía, que ocupó estands en la plaza del municipio.

Como novedad, los alumnos del taller de cocina de Tajo-Salor innovaron en sus recetas. Para Justi, la monitora, fue una manera de incorporar nuevos matices a un sabor tradicional. Aunque el plato estrella sigue siendo la tenca frita, ayer prepararon deliciosas piruletas elaboradas con queso y eneldo o una cremosa