El Plan General de Urbanismo, aprobado provisionalmente por la corporación, "lo que pretende es consolidar el casco urbano y el suelo municipal calificado, que ya está en desarrollo", según explicó ayer a este diario el alcalde, José Bonifacio Sánchez. En este sentido, el edil añadió que "no hay grandes calificaciones urbanísticas, ya que el objetivo es disponer de un documento que regule el urbanismo en nuestra localidad, debido a que actualmente no tiene plan ni normas subsidiarias", tras haber sido anuladas las anteriores en el año 2003, mediante una sentencia judicial.

Por otro lado, el alcalde señaló que la expansión urbanística "se prevé que se produzca hacia las zonas dotadas de redes de agua y saneamiento, junto con servicios públicos que están instalados". Por lo que es lógico pensar, dijo, "que la expansión del casco urbano se producirá hacia la zona sur", donde hay planificada la construcción de una variante que descongestione el tráfico de la Ex-203 a su paso por la Avenida de la Constitución.

En cuanto a número de viviendas que pueden ser construidas, el regidor local no supo precisar la cantidad, "puesto que eso lo decidirá el desarrollo económico, pero el suelo calificado es suficiente como para satisfacer la demanda que se pueda generar en los próximos veinte años". En cuanto a suelo industrial el nuevo plan contempla la ampliación del polígono el Pocito.

En edificios antiguos han sido catalogados los designados como "simbólicos, que son característicos de nuestro pueblo". Entre ellos están los eclesiásticos, el palacio del Obispo Manzano "y otros inmuebles que también merecen esta catalogación y conservación".

Por último, la aprobación del nuevo plan urbanístico salió adelante gracias a los seis votos del PSOE y uno de un concejal no adscrito. Los otros tres ediles no adscritos, junto con el del PP, se abstuvieron. Los dos de Izquierda Unida votaron en contra.