A la vejez, viruelas, un refrán que viene al pelo para definir la historia de Florentina Iglesias. Tener ochenta años, camino de los 81, no es impedimento alguno para que esta hurdana dedique una media de seis horas diarias a su gran hobby que no es otro que la literatura.

Florentina acaba de presentar su segundo libro, Guerra, soledad y piedras , una historia que traslada al lector a la Guerra Civil Española. "Es la memoria de una familia derrotada en el frente y en la retaguardia", dice la autora. La escritora narra los avatares de la protagonista de su historia, una vida basada en hechos reales. "Ella me contó lo que padeció en la posguerra, le robaron todo, le mataron a los padres por envidias y a los primos en la guerra". Florentina tiene una memoria de elefante y recuerda con todo lujo de detalles las desgracias que le sucedieron a la protagonista de este drama.

Aparte, nuestra escritora octogenaria añade material de su propia cosecha, de cómo ella personalmente vivió la guerra y los difíciles años de la posguerra en Las Hurdes siendo tan sólo una niña. "Yo llegué a la posada de esta señora, me senté en el poyo de la puerta y ella se sentó a mi lado, muy triste, y empezó a contarme su vida". La autora nos traslada a una población ficticia del norte de Cáceres con la intención de no revelar la identidad de la verdadera Lucita, que así se llama esta particular heroína.

La producción literaria de esta hurdana no acaba aquí ni mucho menos, "ya llevo 54 páginas del tercer libro que también parte de una familia pobre, con dos niñas que se quedan huérfanas durante la guerra". Todo lo sucedido en aquellos años de la contienda civil española dejó una huella imborrable en la vida de esta mujer, como de tantos otros españoles, que no ha podido olvidar los horrores, carencias y sufrimientos de aquella época. Por ello, muchas de sus historias, reales o inventadas, tiene como transfondo la década de los años 30 en nuestro país.