Cultivo, secado y molienda. Tres, a priori , sencillos pasos que se repiten desde principios del siglo XVI en la comarca de la Vera (Cáceres) guardan el secreto de la elaboración de uno de los tesoros más preciados de Extremadura: el pimentón de la Vera, cuya Denominación de Origen Protegida (DOP) celebra este mes de julio su 25 aniversario.

A comienzos de la década de los 90 agricultores e industriales de la zona buscan consensuar un método para evitar la intromisión en el mercado de otros productos que copian al de la Vera pero que no alcanzan la calidad de su especia.

Estas reuniones marcan la génesis de la DOP, que ha celebrado su cumpleaños en el mismo escenario que vió nacer su producto, el monasterio de los Jerónimos de Cuacos de Yuste, en un evento el que se puso en valor la consolidación del pimentón por su calidad, su importancia en el desarrollo de la comarca y de la marca Extremadura y su ambición de seguir traspasando fronteras y conquistar mercados emergentes.

Así lo manifestó la presidenta de la DOP Pimentón de la Vera Teresa Bartolomé, quien hizo un extenso recorrido sobre la historia del pimentón, desde la llegada al monasterio del primitivo ají procedente de América después de 1492 hasta el día de hoy, con 16 empresas productoras acogidas a la DOP, 464 agricultores dedicados a su producción y 52 términos municipales de la zona inscritos.

Un camino que no ha sido fácil, en especial durante los inicios debido a los ataques de la competencia por la particular forma de secar el producto para evitar las lluvias otoñales --el ahumado--, el cual se demostró que no sólo no es perjudicial sino que lo mejora y proporciona un valor único al pimentón de la Vera.

El acto también estuvo presidido por Carlos Cabanas, secretario general de Agricultura y Alimentación, y Guillermo Fernández Vara, presidente de la Junta de Extremadura, quienes quisieron mostrar su apoyo al modelo seguido por la DOP para generar riqueza y empleo en la región.

Un paradigma de "desarrollo rural sostenible, cohesión social, preservación del saber hacer de los pueblos y activación del turismo", en palabras de Bartolomé.

Por ello, recordó la importancia del reconocimiento de los sellos de calidad en las políticas comerciales internacionales, tales como el Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP) que actualmente negocian la Unión Europea y los Estados Unidos.

En 25 años la Vera ha pasado de 331 a 1.200 hectareas de cultivo rojo, doblando el número de agricultores productores, generando el 68% de la producción nacional de pimentón y exportando más de 165.000 kilos --un 13% de su producción--, lo que Fernández Vara ha denominado "una historia de éxito" con margen para seguir creciendo.

Una muestra, dijo el presidente extremeño, de la importancia de la unión en el mundo agrario, que también ha conseguido otros logros en la región y que ha hecho que Extremadura pase de ser una tierra meramente agrícola a una que también transforma y comercializa sus cultivos.

MULTIPLES USOS El pimentón es un producto que nació para preservar las chacinas y sustituir a la pimienta y que ha evolucionado hasta hacerse indispensable en la cocina tradicional y conquistar la de vanguardia, con chefs de renombre como los hermanos Roca, José Andrés o Martín Berasategui entre sus más firmes valedores.

La última aplicación de éxito del pimentón es como aditivo de la cerveza artesanal 'Blomberg', nacida el pasado año y que debe su nombre a Bárbara Blomberg, último amor de Carlos V y madre de Juan de Austria y a quien también se le atribuye el nacimiento de la variedad 'picante' del pimentón verato.

Ya sea picante, dulce o agridulce, el condimento rojo ya es insustituible en las cocinas extremeñas y, poco a poco, en cada vez más fogones del mundo.

Mucho ha cambiado La Vera desde los tiempos del emperador hasta hoy pero este desarrollo siempre se ha basado en otros tres no tan sencillos pasos que resumen el espíritu de la DOP: ilusión, esfuerzo y trabajo.