La nueva ubicación de la sede de la Fundación Obra Pía de los Pizarro fue realizada a principios del siglo XVII por el cantero trujillano García Carrasco. La fundación adquirió el edificio en 1997 y comenzó las obras de recuperación en el año 2003, haciendo resaltar numerosos elementos arquitétónicos, como su balcón de esquina o la puerta de caballerías que posee. Según el presidente de la fundación, Hernando Orellana, el edificio también se ha adaptado a la nueva función para la que se ha destinado ahora como sede y como palacio de congresos, dotado de medios tecnológicos "para que el edificio se explote como centro de reuniones".