El Ayuntamiento de Palomero ha emitido un comunicado en respuesta a las críticas recibidas por cuatro familias del municipio, que acusaron esta semana de un trato discriminatorio a la alcaldesa por suprimir a sus familiares el servicio de ayuda a domicilio. La dirigente local, María Antonia Puertas, manifestó que no desea "entrar en polémica con ninguno de estos vecinos". Reconoció que las familias tienen "derecho a realizar sus quejas" y puntualizó que esta situación que describen "no se ajusta a la realidad conocida por este ayuntamiento".

María Antonia Puertas indicó a EL PERIODICO que, a estas cuatro familias en concreto, se les ha suspendido "temporalmente la ayuda" porque cuentan con "recursos humanos y económicos suficientes para su atención". Asimismo, reiteró que el equipo de Gobierno no tiene fijada ninguna ordenanza municipal que regule el servicio de ayuda a domicilio, aunque se establecen "un orden de prioridades según las necesidades que diariamente se van detectando, que son muy diversas debido al envejecimiento de la población".

Sobre la petición que las cuatro familias han realizado a la Consejería de Bienestar Social mediante un escrito para que se restablezca el servicio, la alcaldesa puntualizó que los trabajadores de este servicio están contratados a través del decreto 172/2004, por el que se adoptan medidas de Fomento de Empleo en colaboración con las administraciones locales. Por ello, el consistorio no cuenta con ninguna subvención de Bienestar Social.

María Antonia Puertas quiso dejar muy claro que el Ayuntamiento de Palomero nunca ha atentado "contra los derechos sociales de las personas mayores" y explicó que todos los destinatarios de este servicio --26 usuarios-- son mayores de 65 años. Las cuatro familias consideran que el consistorio suprimió la ayuda a domicilio a sus mayores por una "venganza personal" y piden su restablecimiento.