Un museo del queso en el que se puede aprender y recordar cuál es el proceso de elaboración de este lácteo es lo que puede hacerse en Pastoralia, el centro de interpretación de la Torta del Casar de los hermanos Pajuelo, situado en Almoharín e inaugurado el pasado mes de marzo.

Estas instalaciones son visitadas cada día por escolares y turistas que aprenden in situ cómo se fabrica una Torta del Casar desde que se extrae la leche de la cabra. Eso fue lo que vio ayer el consejero de Agricultura y Desarrollo Rural, Juan María Vázquez, durante su presencia, ayer, en el centro.

En una sala a oscuras comenzó el espectáculo. Una voz en off acompañada de un juego de luces y sonidos explicó los orígenes de este producto lácteo, del que se tiene constancia desde el año 2.000 antes de Cristo, después fue elaborado y consumido por los egipcios y los griegos. Llegó incluso a ser un alimento de lujo en el siglo XIX.

Un pastor extremeño transporta al pasado al visitante mientras explica cómo era su día a día en los campos. Y es que su presencia era primordial para la calidad de los quesos, porque según cuidara de sus ovejas la leche sería más o menos buena. El pastor explica además que la forma atortada del queso es la que le da su nombre. Según cuenta, fueron los propios turistas que visitaban la zona de Casar de Cáceres los que comenzaron a denominarla como Torta del Casar.

LA TEMPERATURA Sin embargo, el verdadero secreto de que este producto extremeño que posee el sello de Denominación de Origen Protegida (DOP) fuera líquido era la temperatura de la localidad casareña. El calor impedía que el queso se solidificara, por lo que la mayor peculiaridad de este lácteo viene dada por causas naturales. Ahora se imita el proceso tradicional para que el producto siga siendo el mismo.

El visitante puede incluso hacer su propio queso. Ayer lo hacía un grupo de escolares de Don Benito que, siguiendo las instrucciones del monitor, se llevaron su Torta del Casar a casa.

Pastoralia es pionera en la investigación de nuevos formatos en atmósfera controlada y de menor tamaño, que prolongan la vida útil de la torta hasta en cinco veces. El proceso de elaboración de Pastoralia cuenta con el asesoramiento del gabinete de Iniciativa Joven y el Centro Tecnólogico de Extremadura (Ctaex), que ha desarrollado una serie de envases más adaptados a las demandas del mercado con formatos individuales y las denominadas tablas de quesos.