Antonio Redondo, presidente de la asociación de minusválidos del Campo Arañuelo, Amca, se muestra satisfecho por una sentencia de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx) que reconoce que la invalidez permanente total, absoluta o gran invalidez de una persona se equipara a todos los efectos a la calificación de minusvalía con un grado igual o superior al 33 por ciento.

Esta sentencia favorable a la asociación, explica Redondo, es "pionera en España además de tener un valor jurídico importante". Hasta la fecha, discapacitado se considera a todos los pensionistas de la seguridad social que tengan reconocida una invalidez permanente total, absoluta o gran invalidez o aquellos que tengan una reconocida pensión de jubilación por incapacidad permanente. Las personas que tenían una invalidez permanente no necesariamente eran minusválidos, no gozaban de las ventajas de estas personas y "por esa interpretación se rechazaron muchas peticiones de afiliados de Amca".

Este fue el caso de un peón de albañil que "sufrió una grave enfermedad cardiovascular por la que tenía una invalidez permanente", señala Redondo. "Quiso afiliarse" y cuando pasó por el órganismo pertinente de la Junta, el CADEX, "le dieron el cero por ciento de minusvalia", añade.

Recurrir la sentencia

De esta manera desde Amca se encomendó el caso a los abogados. Tras una primera sentencia a favor de la asociación, en el mes de noviembre, el fallo fue recurrido por al Junta de Extremadura y el pasado 25 de febrero el TSJEx, finalmente, "confirmó el derecho del demandante, que tenía una invalidez permanente para su profesión y se le reconoció como discapacitado".

Esta sentencia es importante "no sólo para la asociación o para el demandante", señala Redondo, sino que creará jurisprudencia y servirá para mejorar la calidad de vida de alrededor de "unas 1.500.000 personas en España". Personas que tienen una invalidez para desarrollar sus profesiones y que no cuentan con las ventajas fiscales, sociales y laborales.