Desde hace 18 años la Mancomunidad de Tajo Salor presume del sabor de la tenca en una fiesta que reúne a miles de personas --unas 15.000, según las previsiones de la organización--. La localidad de Casar acogió ayer esta tradicional convocatoria en la que se degustaron unos 2.000 kilos de tencas, regados con vino, tinto de verano o cerveza.

El intenso calor no mermó las ganas de los asistentes, que desde el mediodía hacían cola en las carpas para probar las tencas fritas --este año a 2 euros la unidad--. Mari Carmen Día, Julio Durán, Mari Ollero y Santiago Durán las degustaban bajo una sombrilla. Son emigrantes extremeños que cada verano regresan a Hinojal. "Ya hemos estado otros años en Aliseda o en Arroyo", cuentan "Nos gusta venir porque es nuestra tierra, porque somos de pata negra, y las tencas también son de pata negra", dicen entre risas. Reconocen que, aunque ellos sí aprecian el sabor de este pez, fuera de la región "la gente no la conoce".

Que esto cambie puede ser cuestión de tiempo. Una empresa de Herguijuela, El Tencarral, ha comenzado a producir tencas envasadas al vacío, que ayer se vendían en bandejas a un precio de entre 8 y 9 euros. Francisco Galán, gerente de Pescados Costa de Extremadura, empresa que las comercializa, se muestra optimista con el futuro porque, aunque, de momento, sirven a la hostelería y comienzan a tener demanda de cadenas de distribución de alimentación en Extremadura, "se puede llevar a mercados de fuera de la región".