El Pichín Real , la crema de ron y jalea real elaborada por Anastasio Marcos en Las Hurdes, ya se comercializa en toda España y en los países de Italia, Francia, Holanda y Bélgica.

El inventor de este licor está convencido de que es el mejor producto que ha podido sacar al mercado: es energético, reconstituyente y cargado de vitalidad. "Está especialmente indicado para las mujeres, que son las que mejor lo han acogido y las que más lo han dado a conocer", asegura convencido.

Anastasio Marcos es el menor de los 17 hijos del popular Tío Picho, un hombre que se asoma con su cara amable y su tierna sonrisa a cada uno de los productos comercializados por el benjamín de una saga que casi llega a los 200. "Somos el clan de los Picho", asegura Anastasio, que a la muerte de su padre quiso que una foto suya apareciera en la etiqueta de todos los productos. No le importa enumerar cuatro de los siete ingredientes naturales que dan sustento al Pichín Real (miel de romero, jalea real, polen y ron añejo de 25 años); pero no desvela los tres que completan la receta.

El invento salió a la calle la pasada Semana Santa y ya se comercializa en buena parte de Europa, y todo, según Anastasio Marcos, porque es una bebida que engancha si se toma muy fría como un chupito. La recomendación que da el artesano es no acompañar la bebida con hielo para preservar todas sus propiedades: dice que combate la impotencia, termina con la frigidez, remedia la artrosis y aleja las depresiones.

Este hombre de Las Hurdes ha puesto en valor la producción apícola, tan mermada ahora debido a la sequía. Vende siete tipos de miel, divulga las bondades del polen contra el catarro y dice consumir diariamente jalea real. Es proveedor de la Casa Real, el Vaticano y Naciones Unidas. Y todo ello gracias al fruto de las abejas de sus colmenas.